Desde mi punto de vista, valoro enormemente
el gran esfuerzo de esta gran mujer,
por ser una de las primeras feministas
de la historia que prestó todo su pensamiento y reflexión para defender la vida a la que se veían sometidas las mujeres de su
época. Toda su lucha, para conseguir unos derechos de la mujer dignos y en
igualdad con los hombres, ha servido de legado para posteriores luchas de otras
mujeres como ella. Tenemos que pensar
que la discriminación de la mujer, es el
ojo crítico con el que se mira a una sociedad, por éste motivo es necesario el esfuerzo, el tesón y la voluntad de todos para conseguir una
historia más equitativa, en este sentido, y poderla transmitir sin sentir vergüenza a las generaciones
venideras, porque la subordinación de un sexo al otro constituye uno de los
obstáculos más importantes para el progreso humano. Por todos es sabido que, la mujer se ha visto, a lo largo de la historia, sometida a las exigencias que se derivan de una sociedad patriarcal, pero, a pesar de los avances conseguidos por los movimientos feministas, aún hoy en día y, en países no integrantes del Primer Mundo, las mujeres siguen siendo objeto de dominación debido a que se desenvuelve en unas culturas y modos de vida que siguen vigentes en estos países.
En conclusión, y no es un juego,
pienso que las mujeres hemos tenido mucha paciencia, hemos esperado, hemos
luchado, y hemos soportado infinidad de humillaciones durante siglos, sólo porque queríamos conseguir unos derechos
que sólo eran permitidos para los hombres.
Hemos
conseguido, en primer lugar, la educación, el acceso al saber, luego, la consecución de todos los derechos civiles y
políticos; finalmente la equidad y la corresponsabilidad en todos los aspectos
de la vida, incluido, el derecho al voto.
En fin, que sin las aportaciones
de las mujeres no se conseguirían la mayoría de los logros políticos. Este,
como he dicho, ha sido un recorrido largo pero ¡ha merecido la pena!
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